La industria registra una caída del 6,3% interanual en enero, según datos preliminares del Índice de Producción de FIEL. Sectores clave como alimentos, textiles, químicos y automotriz reportan retrocesos significativos, señalando una tendencia preocupante para la economía.

En términos desestacionalizados, la producción industrial cayó un 0,9% respecto a diciembre, marcando dos meses consecutivos de retroceso. Solo la producción de papel, celulosa y refinación de petróleo mostraron crecimiento, mientras que otras ramas como insumos textiles y químicos, junto con alimentos y bebidas, experimentaron reducciones.

Las perspectivas a corto plazo indican un ajuste al nuevo escenario económico, marcado por cambios en los precios relativos, deterioro del poder adquisitivo y mayores incentivos a la exportación. Sectores vinculados al consumo se verán afectados por la disminución de los ingresos reales, mientras que aquellos con inserción internacional podrían resistir mejor la contracción del mercado interno.

A pesar del panorama recesivo, se destaca que los sectores con presencia en el mercado internacional podrían mitigar el impacto de la caída del mercado interno. La situación económica en Brasil también puede influir en la actividad industrial local a mediano plazo.

En retrospectiva, el año 2023 cerró con una disminución del 1,3% en la producción industrial, interrumpiendo dos años de recuperación después de la pandemia. Este resultado sitúa la producción industrial actual un 5% por debajo de los niveles de 2011, evidenciando un retroceso significativo en más de una década.