Agentes de la Policía Foral de Navarra, que están adscritos al Grupo de Investigación Medioambiental (GRIM), se encuentran investigando a un vecino de la comarca Baztán-Bidasoa, en Navarra, como presunto autor de un delito de maltrato de animales domésticos. Los agentes de los cuerpos y fuerzas de seguridad recibieron un aviso procedente de la propietaria del perro, quien llegó a su vivienda y se encontró con un sangrado considerable en la zona del cuello del animal. Tras lo cual, trasladó al can de urgencia a una clínica veterinaria, donde no pudieron hacer nada por salvar su vida.

Una patrulla de Elizondo se personó en el lugar de los hechos y tras realizar las primeras maniobras trasladó el caso al GRIM para que se hiciera cargo de la investigación e instrucción de las correspondientes diligencias. Las primeras indagaciones condujeron a los agentes a identificar a un varón que había disparado al perro con una carabina del calibre 4,5, quien además carecía de licencia de armas para portar dicho fusil.

El informe de la autopsia, según detallada la Policía regional, que se le practicó al animal ha determinado que la muerte se produjo debido a las lesiones y las hemorragias provocadas por un proyectil en su trayectoria por la cavidad torácica, según recoge un comunicado de la Policía Foral de Navarra.

Este mismo cuerpo detalla que el Código Penal castiga con la pena de prisión de doce a veinticuatro meses en su artículo 340 bis, así como a una pena de inhabilitación especial de dos a cuatro años para el para el ejercicio de profesión, oficio o comercio que tenga relación con los animales y para la tenencia de animales, al que fuera de las actividades legalmente reguladas, y por cualquier medio o procedimiento, cause la muerte de un animal doméstico, amansado, domesticado o que viva temporal o permanentemente bajo el control humano.

Pena de privación del derecho a la tenencia y porte de armas

Además, al haberse cometido este delito utilizando un arma de fuego, la autoridad judicial podrá imponer motivadamente una pena de privación del derecho a la tenencia y porte de armas por un tiempo de uno a cuatro años, aunque cabe destacar que el presunto autor de los hechos no cuenta con licencia de armas. Las diligencias propias del atestado fueron remitidas al juzgado de guardia de Pamplona y a la Fiscalía de Medio Ambiente de Navarra. Actualmente todavía no se conoce cuál será la pena definitiva que se le imponga al acusado de marcar de un disparo a un perro en la comarca de Baztán-Bidasoa.