Este lunes, en una plaza de Valentín Alsina, partido de Lanús, provincia de Buenos Aires, un vecino que pasaba por el lugar encontró el cadáver de un hombre descuartizado dentro de una valija abandonada.
Mientras avanza la investigación, la Policía detuvo esta tarde al hijo de la víctima como principal sospechoso del crimen. La pista surgió a partir del análisis de las cámaras de seguridad de la zona.
El hallazgo:
Durante la madrugada, un vecino de 37 años que vive a pocos metros de la plaza, ubicada en la esquina de las calles República Argentina y Paso de la Patria, fue quien llamó al 911 para avisar que había encontrado una valija color negra de grandes dimensiones y al abrirla se encontró con un cuerpo desmembrado.
Personal de la comisaría 3ra. de Lanús se hizo presente de inmediato y allí se constató que en el interior de la maleta había un cadáver totalmente mutilado envuelto en una sábana con manchas de sangre.
Peritos de Policía Científica determinaron que se trataba del cuerpo incompleto de un hombre delgado al que le habían amputado la cabeza, las manos y el pie derecho, en lo que podría ser una maniobra intencional para dificultar la identificación de la víctima.
“Todavía no sabemos las causas de muerte, esperaremos el informe de los forenses en la morgue. Lo que sí está claro es que la intención de él o los asesinos, con esta mutilación, fue complicar la investigación”, sostuvo una fuente de la investigación a Télam. Sin embargo, tras varias horas, la víctima fue identificada como Atilio Pachu, un jubilado de 83 años.
Intervino el fiscal Martín Rodríguez, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 6 de Lanús, que caratuló la causa como “homicidio” y también convocó para la pesquisa a los detectives de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Avellaneda-Lanús.
Además, dispuso del traslado del cuerpo dentro de la misma valija, para que sea analizado en su conjunto en la morgue judicial de Lomas de Zamora, donde se realizará la autopsia.
Una de las principales hipótesis tenía que ver con un conflicto familiar y con el análisis de las cámaras de seguridad de la zona dieron con el principal sospechoso. En las imágenes, se lo ve realizar maniobras extrañas al salir de la casa en el que convivía con su padre.
Al allanar el domicilio, ubicado a 300 metros de la plaza en la que fue hallada la maleta, la Policía encontró un cuchillo con manchas de sangre y marcas de arrastre en el pasillo del ingreso.
Ante las múltiples pruebas, el sospechoso habría confesado el crimen y luego indicó que en el freezer se encontraban las partes del cuerpo que faltaban, entre ellas, la cabeza y las manos.
