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Curiosidades

Día Internacional del Yaguareté: ¿Por qué se celebra el 29 de noviembre?

Esta es una fecha que celebra la importancia de la presencia del felino más grande de América en la cultura prehispánica y los ambientes naturales de la región

29 Noviembre de 2023 22.59

Científicamente se lo denomina Panthera onca, pero en la Argentina su nombre más difundido es yaguareté, que en guaraní significa “verdadera fiera”; aunque también es conocido como overo, pintado, tigre, uturunco, tiog y kiyoc, según la provincia. 

En el año 2018 la Conferencia de las Partes del Convenio sobre Diversidad Biológica (COP14), con auspicio de la ONU, declaró el 29 de noviembre Día Internacional del Jaguar para celebrar a un depredador insignia de la cultura prehispánica, además de un custodio de los hábitats naturales de América. La fecha recuerda el compromiso de proteger al felino más grande de la región, destacando el rol que cumple como especie indicadora del mantenimiento del ambiente, al tiempo que busca generar conciencia sobre las amenazas que enfrenta para su supervivencia.

En la Argentina el yaguareté cuenta con la máxima categoría de protección para una especie: fue declarado Monumento Natural Nacional en el año 2001 y también es Monumento Natural Provincial en varias provincias del Norte del país. Su status actual indica que se encuentra en peligro crítico de extinción según la categorización de la Sociedad Argentina para el Estudio de los Mamíferos (SAREM) en el Libro Rojo de Mamíferos Amenazados de la Argentina.

Trabajos conjuntos para la protección del yaguareté:

La caza y la destrucción de ambientes naturales provocaron que el yaguareté pierda más del 95% de su área de distribución: hoy sobreviven apenas entre 200 y 250 yaguaretés en todo el país, según datos de la Fundación Vida Silvestre Argentina.

El yaguareté es esencial para mantener la salud del ecosistema: su presencia regula, por depredación o competencia, a las poblaciones de otras especies, con un efecto “de cascada” a lo largo de la cadena trófica. De hecho, monitoreos científicamente robustos están permitiendo documentar los efectos sobre el ecosistema que resulten del regreso de su depredador tope.

Los yaguaretés son monitoreados para observar su evolución y cuidado (Fundación Rewilding Argentina)

Proyectos para volver a poblar de yaguaretés al país:

Un proyecto iniciado en 2012 para reintroducir al yaguareté en los Esteros del Iberá, en conjunto entre el Gobierno de Corrientes, Parques Nacionales, Rewilding Argentina y Tompkins Conservation, trae esperanza para la recuperación de la especie.

Una vez finalizada la construcción del Centro de Reintroducción del Yaguareté en la isla San Alonso, en el corazón del Parque Iberá, y gracias a la donación de ejemplares por instituciones de Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay ya la participación de científicos y expertos de la especie, se constituyó en los años siguientes una población fundacional que hoy cuenta con dieciocho individuos.

En las últimas décadas hubo una baja preocupante del número de yaguaretés en Argentina (Fundación Rewilding Argentina)

Así, Corrientes pasó de no tener ningún yaguareté libre en los últimos 70 años a albergar a casi el 10% de los yaguaretés que habitan en Argentina, además de ser la provincia de la región chaqueña argentina con la mayor cantidad de individuos.

Más aún, con registros de nuevos nacimientos en libertad, Iberá se encamina a convertirse en el parque nacional de Argentina con el mayor número y las densidades más altas de estos felinos.

En el Chaco Semiárido actualmente tiene menos de 20 yaguaretés, convirtiéndose en la región más amenazada del país, comparada con las poblaciones de la Selva Paranaense (Misiones) y la región de Yungas (Salta y Jujuy).

Las causas de este colapso incluyen la intensa actividad de caza ilegal, la pérdida de ambientes naturales donde habita la especie, con una tasa de deforestación del Chaco Semiárido considerada una de las más altas de Sudamérica. Este escenario se repite en Paraguay, donde se registra la mayor proporción de cambio de uso de la tierra para la implementación de sistemas agropecuarios en la zona del Chaco Seco.