Igual que ocurre con los hardwares, los programas se ralentizan con el paso del tiempo. Es esperable: con el uso, se añaden datos y herramientas que ofrecen más funciones, pero que también imponen más exigencias. Los navegadores web no escapan a esta lógica. Por fortuna, hay una serie de buenas prácticas para mejorar la velocidad de los softwares que usamos para navegar en Internet.

¿Es posible recuperar la velocidad que el browser tenía cuando se usó por primera vez? Si bien la respuesta a este interrogante varía en función de diversas variables —la conexión a Internet, el estado general del dispositivo, entre otras—, la buena noticia es que hay trucos para mejorar el rendimiento de los navegadores.

Los siguientes consejos son útiles para diferentes programas de la categoría, como Google Chrome, Microsoft Edge, Mozilla Firefox y Apple Safari, entre otros. Naturalmente, en cada caso será necesario explorar los parámetros de configuración específicos.

Revisar y eliminar las extensiones:

Las extensiones son los superpoderes de los browsers. En criollo, se trata de pequeños programas que agregan funciones de diversa especie, operando desde dentro del navegador. Ahora bien, si tenés demasiadas instaladas, es posible que la experiencia de navegación se vuelva muy lenta.

Por eso, una buena práctica para mejorar el rendimiento del browser es chequear la lista de extensiones y eliminar aquellas que no se utilizan. Tal como dicen en Popular Science, esta acción es comparable con una auditoria.

La versión más reciente es la más rápida:

Esta afirmación es de carácter general, válida en la mayoría de los casos. Tener la edición más nueva del navegador es relevante en términos de velocidad y desempeño: significa que no se verá afectado por ninguna tecnología más nueva o aplicaciones web complejas. Además, también es clave para la seguridad de la navegación. Tal como ocurre con diversos programas, las actualizaciones llegan con las más recientes soluciones a las fallas.

Una buena idea es que las versiones más recientes se instalen en forma automática. Eso es posible en los principales navegadores.

Empezar de cero para mejorar el rendimiento de tu navegador:

En ocasiones, la mejor vía para optimizar un software es restablecer los valores por defecto. En la práctica, eso lleva al día cero, es decir, a la versión del programa tal como llegó. En este caso, naturalmente, con las correspondientes actualizaciones.

Siguiendo a la fuente mencionada, en Edge y Safari no es posible ejecutar la desinstalación, ya que esos navegadores están vinculados a sus respectivos sistemas operativos. En otros casos, se borran las configuraciones personalizadas y las extensiones, además del caché. Algunos softwares de este rubro, por ejemplo Firefox de Mozilla, tienen una opción de restablecimiento que no requiere eliminar el programa.