Conocido por su capacidad de desintoxicar el cuerpo y mejorar la piel, el "té de la belleza" o té blanco es uno de los más destacados por sus múltiples beneficios rejuvenecedores.
Esta infusión de la antigüedad es reconocida por ser la favorita de la realeza China en la dinastía Tang, ya que tiene una alta concentración de antioxidantes y vitamina C. Se la considera una de las variedades más puras del mercado.
El té blanco que ayuda a rejuvenecer la piel
El té de la belleza se diferencia de la mayoría de las infusiones por su color amarillento y su consistencia ligera. Esto se debe a la elaboración, ya que no se somete a un proceso de oxidación ni se fermenta y mantiene sus propiedades activas.
Por ello, una taza de este elixir equivale a 12 vasos de jugo de naranja, que ayuda a la producción y fijación del colágeno en el cuerpo. También aporta luminosidad a la piel por la retención de humedad.
Un estudio de la Universidad de Barcelona destaca la gran capacidad antioxidante y su origen natural. Además, según un análisis de la revista internacional de morfología señaló que podría tener efectos en la protección de tejidos.
¿Cuáles son los beneficios del té blanco?
Esta infusión ancestral, de la provincia de Fujian, tiene beneficios variados para el cuidado integral del cuerpo. Los más destacados son:
- Fortalece el sistema inmune;
- Disminuye los niveles de colesterol;
- Tiene altas cantidades de antioxidantes;
- Ayuda a eliminar las arrugas;
- Previene el envejecimiento prematuro;
- Repara y cicatriza tejidos de la piel,
- Protege de los rayos UV
¿Cómo prepara té blanco en casa?
A diferencia de otras infusiones, el té blanco es recomendable consumirlo por las mañanas en ayunas donde el cuerpo es más receptivo. A pesar de que puede ingerirse a diario, se recomienda que las embarazadas y niños menores de seis años consulten a un médico.
Para prepararlo se aconseja calentar el agua hasta los 80 grados y colocar una cucharadita de las hojas cada 0.15 litros de agua. Se debe dejar por nueve minutos aproximadamente.
