El otoño marca el inicio de una temporada en la que las temperaturas comienzan a descender. El clima fresco trae los recuerdos de la infancia de las sopas de abuela.

Estas sopas no solo satisfacen el apetito, sino que también cuentan historias de generaciones, fusionando influencias indígenas y de la inmigración europea.

Este plato forma parte del ADN gastronómico argentino. Muchos recordarán las historietas de Mafalda. Cada tanto, aparecía el malestar de la nena creada por Quino cuando su mamá le preparaba alguna sopa para cenar.

Tres opciones de sopas

• Sopa de calabaza: una deliciosa sopa cremosa preparada con calabaza, cebolla, ajo y caldo de verduras. Esta sopa se sazona con especias como comino, pimentón y cilantro. Puede estar acompañada de un toque de crema y semillas de girasol.
• Sopa de verduras: una opción reconfortante y saludable que resalta la frescura de los vegetales de temporada. Esta sopa se prepara con una variedad de zanahorias, puerros, apio, calabacines y espinacas, cocidas en un caldo. Se sazona con hierbas frescas como el perejil y el tomillo.
• Sopa de fideos con pollo: una opción clásica que no puede faltar en la mesa durante el otoño.Se prepara con fideos municiones, pollo desmenuzado, zanahorias, apio, cebolla y caldo de pollo. Se sazona con perejil fresco, sal y pimienta.