Fue madrugada de terror la que vivió este fin de semana una pareja cuando llegó a su casa en la localidad bonaerense de Hurlingham,  los sorprendió un grupo de cinco sujetos encapuchados con máscaras de payasos que los acusaba de haber robado una bicicleta.

Los agresores estaban armados con cuchillos, sierras y bolsas de residuos, y apenas lograron irrumpir en el departamento de las víctimas dieron rienda suelta a una auténtica sesión de tortura en busca de una confesión imposible.

“Tres tipos estaban con mi nuera en la habitación y le gritaban a mi hijo que hable porque la iban a violar”, relató a C5N Melina, madre de una de las víctimas. Y añadió: “También amenazaban con asfixiarlos y le querían cortar los dedos con una sierra”.

“Son vecinos del propio edificio”, denunció la mujer, todavía visiblemente conmocionada por lo sucedido. “A él le cortaron el cuello, las muñecas y la cara. Le revisaron los celulares, con una bolsa les quisieron tapar las cabezas y así un montón de detalles más. Fue una tortura”, contó.

Pese a la denuncia presentada por las víctimas, Melina advirtió que todos los acusados están libres. “Logramos que los cinco vayan a la comisaría, pero en 45 minutos ya estaban afuera”, detalló la madre de Facundo, y apuntó que en su poder tienen distintos audios y pruebas que comprometen a los vecinos de su hijo y que uno de ellos tiene prisión domiciliaria con tobillera electrónica.

El hecho, además, tuvo un desenlace insólito cuando los agresores se dieron cuenta de que efectivamente las víctimas no eran responsables del robo de bicicleta. “Me arruinaste la vida, a mí y a mi señora. ¡entregate! Va a ser lo mejor que podés hacer, entregate. ¿Vos sos consciente de lo que le hiciste a mi señora?”, contó Melina que le dijo su hijo a uno de los vecinos cuando lo llamó para “disculparse”.

El agresor tuvo la osadía de responder: "Sí, yo hice todo eso y estoy arrepentido. Los seres humanos tenemos errores".