El 9 de diciembre de 2019, Liliana Pinto fue detenida y acusada de incendiar una camioneta y matar a su marido, identificado como Gustavo Gaitán.

En las últimas horas del dia de hoy, la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional confirmó la pena de prisión perpetua para la mujer asesinó a su esposo frente a sus dos hijos en el barrio porteño de Barracas.

En aquella oportunidad, Pinto fue detenida en Florencio Varela, acusada por un hecho que quedó registrado en una cámara de seguridad ubicada en una casa de la calle Osvaldo Cruz al 2370.

Los jueces Gustavo Bruzzone, Mauro Divito y Jorge Luis Rimondi rechazaron que la mujer de 38 años sea declarada inimputable; la defensa planteaba que el crimen fue cometido bajo circunstancias extraordinarias de atenuación.

La sentencia del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional (TOC) 28 fue confirmada por la Sala I de la Cámara bajo una serie de argumentaciones que desechó la postura de la defensa oficial que asumió luego de la condena.

Pinto había denunciado a su esposo por violencia de género y hubo una causa en la que ella declaró que él “la despojó de sus bienes y controlaba su economía, era quien (a partir de los dicho por varios testigos en el proceso) le proveía de estupefacientes conociendo la grave adicción que ella padecía”. Gaitán, tras aquella denuncia, fue condenado a un año y cuatro meses de prisión en suspenso, como autor del delito de “lesiones leves agravadas por el vínculo y por haber sido cometidas en un contexto de violencia de género”.

La noche del 9 de diciembre de 2019

Alrededor de las 22.35, la víctima estacionó junto al cordón de la vereda en la calle Osvaldo Cruz 2.371 e inmediatamente descendieron del asiento trasero dos niños, sus hijos. Según se observa en las imágenes de la cámara de seguridad, luego de que se acercaran varias personas que comenzaron a bajar objetos de la caja del vehículo, Pinto se acercó a la ventanilla del lado del conductor.

Tras mantener una breve conversación, la agresora arrojó algo al hombre detrás del volante y comenzó un incendio dentro del vehículo, ante la mirada de los dos niños y de las otras personas que rodeaban la camioneta.

Los bomberos lograron apagar las llamas y el hombre fue trasladado con quemaduras en el 100 por ciento de su cuerpo en una ambulancia del SAME al Hospital Argerich, donde agonizó dos días hasta que murió.

Entre sus argumentos, el juez Divito expresó que “si bien la situación de singular vulnerabilidad bajo la que ha vivido la acusada y la violencia de género que padeció por parte del damnificado ­que incluso fue reconocida en la sentencia condenatoria pronunciada contra éste- resultan susceptibles de configurar las circunstancias extraordinarias de atenuación”.

El tribunal, además de convalidar la pena máxima, aclaró que llegado el momento Pinto podrá acceder a una libertad condicional.