El papa Francisco volvió el día de ayer de su 43º viaje oficial, en este caso a la nación asiática de Mongolia. A su regreso -y aún a bordo del avión papal- dio una pequeña conferencia de prensa en la que habló sobre su estado de salud y las complicaciones que lo aquejan por su edad.

"Les digo la verdad: para mí ahora hacer un viaje no es tan fácil como al principio, hay complicaciones para caminar y esto limita. Pero ya veremos", afirmó el sumo pontífice, al ser preguntado sobre el futuro de sus viajes oficiales.

A finales del año pasado, Francisco comenzó a usar bastón y silla de ruedas debido a sus dolencias en la rodilla. En este contexto, había comentado que su salud no era la misma que hace 10 años, cuando había comenzado su pontificado.

La agenda de Francisco

No dio detalles sobre su viaje a Argentina, que había dicho querer hacer el año que viene, pero sí habló sobre las posibilidades de viajar a Vietnam, otra minoría católica con la cual la Santa Sede selló un acuerdo por el que fue autorizada a abrir una oficina permanente, paso previo al establecimiento de plenas relaciones diplomáticas.

Por otro lado, el Pontífice confirmó que llevará a cabo el viaje que tiene programado para el 23 de septiembre a Marsella, en donde habrá un encuentro de obispos del Mediterráneo. "Luego hay alguno en un pequeño país de Europa”, agregó, sin mencionar al país.