El príncipe Harry, hijo del rey Carlos III y duque de Sussex, asistirá a la coronación de su padre el 6 de mayo en la Abadía de Westminster. Pero no lo acompañarán ni Meghan, su esposa, y duquesa de Sussex, ni Archie, Su Alteza Real, que cumple 4 años ese día. Tampoco su hermanita, Lilibet.
El anuncio fue realizado por el palacio de Buckingham en la tarde del miércoles, luego de un prolífico intercambio de mails entre los Sussex y los cortesanos sobre el status.
En un comunicado, "el Palacio de Buckingham se complace en confirmar que el Duque de Sussex asistirá al Servicio de Coronación en la Abadía de Westminster el 6 de mayo. La Duquesa de Sussex permanecerá en California con el Príncipe Archie y la Princesa Lilibet".
El Palacio dio a conocer la noticia de la ausencia de Meghan y sus hijos, en un comunicado oficial. Foto: Reuters
Es la primera vez que el palacio emite un comunicado sobre los duques de Sussex desde su partida de la Familia Real y llama príncipe y princesas a sus hijos. Pero no les da el status de Su Alteza Real, que se les otorga por el solo hecho de ser hijos de un hijo del rey.
Grandes negociaciones
El psicodrama de la llegada de los Sussex a la coronación fue largo. Harry tiene una pésima relación con su padre y con Camilla, con quien no se dirige la palabra. La nueva reina consiguió perder el status de Consorte en el camino a su coronación e incorporó a sus hijos Tom y Laura y sus nietos a la ceremonia de la coronación.
No se sabe cuál será el rol del príncipe Harry en la ceremonia. La batalla de los Sussex era para estar en el balcón del palacio de Buckingham, donde hasta ahora solo iba a estar la Familia Real trabajadora, es decir la que participa en actividades oficiales, más los hijos y nietos de la nueva reina.
Por facilidades logísticas, el palacio había decidido contar a los duques de Sussex en el programa a la hora de distribuir los transportes y asientos. El 3 de abril era el día máximo para informar si venían o no y no había llegado ninguna confirmación.
Meghan permanecerá en Montecito, la casa donde viven en California, y celebrará el cumpleaños de su hijo Archie allí.
Pero será una visita muy corta de Harry a Gran Bretaña. Después de la coronación deberá entregar Frogmore Cottage, la casa que le regaló la reina, su abuela, y que le confiscó su padre para ofrecerla al príncipe Andrew, que la ha rechazado.
Fue una decisión difícil para los Sussex. No venir era poner punto final al vínculo con la Familia Real. Llegar los dos era correr el riesgo de que nadie de la familia le hablara porque se sienten ofendidos por las acusaciones de racismo de Meghan hacia ellos en la entrevista periodìsticas a Oprha Winfrey y después de que el público los abucheara.
La presencia de Harry como hijo del rey debe ser aceptada por todos, aunque no tenga ningún rol activo en la ceremonia. Estará presente en la ceremonia de la abadía de Westminster y regresará enseguida a California, según Omid Scobie, un periodista que actúa como vocero de la pareja.
El cumpleaños de Archie cumplió un rol fundamental en la no visita de Meghan, a quien la Familia real detesta. Habían sido invitados por mail el 4 de marzo desde la oficina del monarca.
