Las lesiones no le dan tregua a Neymar. Ya en su presentación en el Mundial de Qatar 2022, la estrella de Brasil debió abandonar el campo en el partido contra Serbia con un tobillo maltrecho, como consecuencia de la búsqueda sistemática de los europeos por cortarlo con faltas. Los golpes de los rivales y las consecuencias en su físico son ya moneda corriente en el crack de 30 años, el que a lo largo de su carrera se perdió varios partidos decisivos con la selección, entre ellos la histórica semifinal perdida por 7 a 1 ante Alemania en 2014.

La estrella del Paris Saint-Germain convivió de cerca con diferentes tipos de lesiones que lo marginaron durante algunos partidos, e incluso otras por las que debió permanecer varios meses fuera de la cancha. La más recordada fue la sufrida en las semifinales del Mundial de Brasil 2014, cuando el rodillazo del colombiano Camilo Zúñiga le provocó la rotura de una de sus vértebras y le impidió continuar disputando la Copa del Mundo.

Sin llegar a la elocuencia de aquel golpe del colombiano, que pareció hasta malintencionado, lo que se vio en el Estadio Lusail de Doha también fue llamativo. A la tendencia de Neymar de retener la pelota más que lo normal se sumó el método de los serbios para tratar de neutralizarlo: de las doce infracciones que sufrió Brasil en el partido del debut de Qatar 2022, nueve fueron contra el 10.

En Qatar 2022, una lesión más para Neymar

En este caso, la lesión que generó preocupación fue una entorsis en el tobillo derecho, de acuerdo al diagnóstico informado casi de inmediato por el cuerpo médico de la selección, sin demorar en la entrega de la información. Es un mojón más que Ney debe afrontar en su historial, justo en su tercera Copa del Mundo, a la que llegó con el afán de consagrarse como el mejor.

Sin embargo, las lesiones no solo lo persiguen cuando se viste con el uniforme de su selección, sino que también se volvieron un tema recurrente desde su llegada al PSG en la temporada 2017-18. A diferencia de su estadía en el Barcelona, donde se perdió menos de 30 partidos durante todo su paso por el club catalán (entre ellas la etapa post Mundial de Brasil 2014), en el club francés lleva más de 80 encuentros sin jugar por diferentes lesiones.

Desde que debutó en el Santos y deslumbró a todo el mundo con sus gambetas y picardía a la hora de jugar a la pelota, Neymar suele ser uno de los principales objetivos de los defensores rivales. Con los años, los problemas fuera de la cancha y sus ausencias por molestias físicas fueron aumentando.

Tanto fue así que desde la directiva del PSG se planteó desprenderse del futbolista brasileño en el último mercado de pases, aunque finalmente terminó continuando en el club parisino, que desembolsó más de 200 millones de dólares por su ficha en 2017.

Su lesión más grave como futbolista fue la sufrida ante Colombia en los cuartos de final del Mundial de Brasil 2014 por contexto y gravedad. Los estudios médicos realizados tras el partido arrojaron que si el golpe de Camilo Zúñiga hubiera sido dos centímetros hacia un costado, el futbolista brasileño podría no haber vuelto a caminar.

La fractura vertebral lo alejó más de 40 días de las canchas, en un año en el que previo a la Copa del Mundo ya había sufrido dos lesiones en el tobillo que también le impidieron estar presente otros dos meses.

En el PSG, las lesiones de Neymar fueron recurrentes

Los problemas comenzaron a ser un tema recurrente en la carrera de Neymar, que en la temporada 2017-18 sufrió la rotura del quinto metatarsiano del pie derecho, sumado a una torcedura de tobillo que le provocó la distensión de sus ligamentos. Esta lesión hizo que el volante creativo estuviera más de 80 días sin volver a las canchas, e incluso tiempo más tarde fue él mismo quien admitió haber jugado el Mundial de Rusia 2018 sin haberse recuperado completamente de la distensión en los ligamentos.

En enero de 2019 volvió a sufrir una fractura en el quinto metatarsiano en un encuentro copero contra el Estrasburgo, que lo alejó otros tres meses de los terrenos de juego. Y otra lesión en los ligamentos del tobillo en la previa de la Copa América 2019 no le permitió estar presente en el torneo que terminó ganando Brasil en la final ante Perú, como tampoco en la llave de octavos de final de la Champions League de ese mismo año, cuando el PSG fue eliminado por Manchester United. En total, la recuperación le demandó más de 75 días.

A su vez, el año de la pandemia fue uno de los peores para Neymar, que se contagió de coronavirus en la semana previa a la vuelta a los entrenamientos. A esto se le sumó una lesión en las costillas que lo marginó durante 10 partidos y varias semanas con problemas en los aductores, como también las recurrentes molestias en su tobillo.

La última lesión sufrida antes de la Copa del Mundo fue el 28 de noviembre de 2021. Contra el Saint Etienne, de la Ligue 1 de Francia, una infracción de un rival derivó en un esguince tobillo izquierdo con compromiso en los ligamentos, que lo mantuvo tres meses inactivo.

La forma irresponsable en que afrontó las primeras horas de recuperación de aquella lesión desató la ira de los dueños del PSG. En muletas y con una férula, a pesar de su estado, Ney entendió que era un buen momento para despejar la cabeza y hacer una fiesta. "Nunca dejaré las fiestas porque son una oportunidad para relajar y disfrutar. Es algo a lo que nunca renunciaré", se defendió el delantero.

En la previa del Mundial de Qatar 2022 el crack de la Selección de Brasil mantuvo una buena racha sin lesiones y únicamente se perdió partidos con la intención de resguardar su físico. Sin embargo, el fantasma de las lesiones parece permanecer en la sombra de Neymar, que intentará recuperarse y continuar disputando lo que podría ser su última Copa del Mundo.