Luka Doncic estaba cansado y con alguna molestia física, pero feliz. Su equipo Dallas Mavericks había sellado una importante victoria en la casa de Oklahoma City Thunder para poner 1-1 las semifinales de la Conferencia Oeste de la NBA, con la ventaja de llevarse un triunfo como visitante a casa. Sin embargo, un insólito momento en plena conferencia de prensa lo cambió todo.
El esloveno se encontraba analizando el 119-110 sobre los Thunder, donde tuvo una destacada actuación, como casi siempre. Convirtió 29 puntos, dio 7 asistencias y bajó 10 rebotes, a la vez que terminó rengueando, generando dudas respecto a lo que pueda pasar a futuro con su cuerpo.
“Pienso que éste ha sido uno de los partidos más duros que he jugado”, comentó en su charla con los periodistas. “Estoy luchando en busca de dar lo mejor que puedo para ayudar a que el equipo gane”.
Luka hablaba pero se quedó en silencio cuando empezó a retumbar el sonido de un gemido sexual que cortó el clima de seriedad que tenía la conferencia de prensa. El esloveno abrió los ojos y agachó la cabeza como avergonzado, mientras los periodistas empezaban a reírse. "Ok, sigamos...", se escucha decir a la persona de la NBA a cargo de la organización.
Más allá de la divertida situación, Doncic tiene motivos para estar feliz: su equipo le arrebató un partido a uno de los grandes favoritos en el Oeste, y sigue soñando con volver a ganar un título después de su única consagración, en la temporada 2011.