Así lo hizo saber Walter Aranda, hermano de Cintia Aranda y tío de Ariana Aranda, ambas mujeres que continúan luchando por sus vidas en el Hospital San Juan Bautista, de esta ciudad Capital, desde el viernes a la madrugada, cuando ingresaron trasladadas de urgencia desde Saujil, departamento Pomán, tras ser heridas de bala por Diego Gastón Ortega, expareja de Cintia y padrastro de Ariana, el sábado a la noche, a la policía de la Comisaría de Saujil, donde radicó una denuncia por el hecho acaecido.
De acuerdo con la información a la que tuvo acceso LA UNIÓN, en su presentación ante la policía, Walter contó que su hermana Cintia mantuvo una relación sentimental de concubinato por 17 años con Ortega, con quien tiene tres hijos en común. Pero que, en el último tiempo, se enteró que su hermana sufría violencia de género por parte del policía, teniendo conocimiento que una vez ella lo había denunciado ante la policía porque la había golpeado de tal forma que le provocó lesiones en el cuerpo. También, indicó a los policías, que a raíz de ello se le había impuesto al sargento ayudante Ortega restricciones de acercamiento hacia su hermana, pero que, al parecer, el mismo no las cumplía ya que siempre se dirigía al domicilio de Cintia donde convivían además los hijos que tiene en común con el acusado.
Audiencia
Por otra parte, en la jornada de hoy, la fiscalía de la Segunda Circunscripción Judicial, con asiento en la ciudad de Andalgalá, departamento homónimo, a cargo del fiscal subrogante Martin Camps, junto al secretario penal, Alejandro Scida, le tomarán al sargento ayudante, Diego Gastón Ortega, la declaración de imputado.
La audiencia de indagatoria estaba prevista para el día sábado, pero se prorrogó para hoy, tras el planteo de la defensa del detenido, representada por la defensora oficial, Dra. Cecilia Ontivero de Rojano.
Si bien, desde la fiscalía se aguardaba también el resultado de unas pruebas para encuadrar la calificación legal por la que será imputado el sargento de la Policía, trascendió de voceros de la causa que aquella podría ser, en principio, -puesto que la acusación puede variar- femicidio en grado de tentativa y homicidio en grado de tentativa, ambos hechos en contexto de género.
Brevemente, el viernes a la madrugada, pasada la una, el sargento ayudante de la Policía, Diego Gastón Ortega, viajó desde el destacamento de Colpes, donde presentaba servicio al barrio 50 Viviendas de la ciudad de Andalgalá, dirigiéndose al domicilio de su expareja Cintia Aranda, quien fue alertada por su hijo de que su padre Diego se dirigía para allí, llevando consigo el arma reglamentaria.
Ante el llamado de alerta, la mujer se comunicó con la policía local, quienes se dirigieron a su domicilio, pero cuando el móvil llegó, Ortega ya estaba en la vivienda, escuchando los efectivos la detonación de, al menos, cuatro disparos, los que fueron efectuados por su colega en contra de la humanidad de Cintia y su hija, Ariana.
Luego, al verse descubierto, Ortega arrojó el arma a un descampado cerca suyo y fue reducido por los efectivos, quienes lo trasladaron a la Comisaría de Saujil, pero luego, fue llevado a Andalgalá, tras la viralización de una foto en la que se observaba al sujeto tomar mate en el patio de la dependencia policial. Privilegio que le costó la “cabeza” a toda la cúpula de la comisaría y al personal que estaba de servicio.
Tras detener a Ortega, la policía escuchó gritos del interior de la vivienda y, al ingresar, se tomaron con un dantesco cuadro: Cintia presentaba dos heridas, una de ellas en la mejilla, la que luego se supo tuvo orificio de salida en la cabeza y Ariana un impacto de bala en el abdomen. Lesiones por las que ambas permanecen en grave estado de salud.
