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Intento de femicidio en Saujil

El policía detenido estaba en el patio de la comisaría para una pericia ordenada por la Justicia

09 Febrero de 2022 00.15

Mientras los familiares y amigos de Cintia Aranda y su hija Ariana volvieron ayer a la tarde a marchar por las calles de Saujil bajo el lema de “justicia”, en la mañana de ayer, formalmente, los 19 efectivos policiales que fueron sancionados disciplinariamente al viralizarse una foto de su colega, Diego Gastón Ortega, -quien fue indagado e imputado por homicidio agravado en perjuicio de su hijastra y su expareja, en contexto de género- sentado en el patio de la comisaría bajo un parral, supuestamente tomando mate en bombilla, a horas de haber sido detenido por el sangriento ataque, fueron notificados por Asuntos Internos de la fuerza de seguridad de los traslados y pase a disponibilidad, respectivamente.

LA UNIÓN pudo saber que en la causa iniciada a los policías por “falta grave”, Asuntos Internos, dependiente del Ministerio de Seguridad de la provincia, cita una publicación periodística la que da cuenta del “relevamiento de la cúpula de la comisaria de Saujil”, tratándose este de un parte de prensa emitido desde el propio Ministerio a cargo del Dr. Gustavo Aguirre, horas después de que se conociera la circulación de la fotografía y de que vecinos de la localidad se manifestaran en forma violenta en las instalaciones policiales. Situación de extrema gravedad que aparentemente solo fue conocida por las autoridades, tanto de la jefatura de la Policía como de la Cartera de Seguridad de la provincia a través de mensajes de WhatsApp y llamadas telefónicas ya que, pese a los incidentes que se originaron desde la 1.30 de la madrugada, del viernes 4 de febrero, cuando Ortega llegó a la casa de su ex y la baleó junto a su hija, hasta las 19.00 horas del mismo día en que el policía detenido fue alojado en la comisaría de Andalgalá, previo a que a las 14.30, pobladores se manifestaran enfrente al edificio policial, y luego, protagonizaran actos de violencia y vandalismo en aparente sed de la mal llamada “justicia por mano propia”, al circular de forma masiva dicha fotografía. A pesar de que el hecho de envergadura demandaba la presencia de algún jefe en Saujil, nadie fue. 

Sí se supo que el jefe de la Policía, licenciado Miguel Ángel Agüero, se encontraba de licencia, al igual que el inspector general. Sin embargo, sí estaban supuestamente trabajando el subjefe de la Policía, comisario Oliva, y al menos 13 de los 25 comisarios generales - de los restantes, 11 de ellos se encuentran gozando de licencias desde septiembre u octubre del año pasado en razón de que por los años de servicio deberían acogerse al retiro el próximo mes de marzo, percibiendo mensualmente un sueldo que rondaría los $ 250 mil sin trabajar- que conforman la plana mayor de la fuerza, pudiendo cualquiera de ellos haber viajado al lugar de los hechos y ponerse al frente del procedimiento, tal como lo hacen en esta ciudad Capital cuando, por ejemplo, retienen un vehículo y secuestran estupefacientes.  Será que es, como se dice, “van solo para la foto”. Pero a pesar de que solo “tocaron de oído”, transcurridas poco más de 24 horas del estallido social en Saujil, el jefe de la Policía y el ministro de Seguridad tomaron medidas en contra del personal que se encontraba en la comisaría de Saujil, al momento de los hechos, muchos de los cuales habían concurrido a colaborar con sus pares.

La “arbitrariedad”, así calificada por los familiares de los 19 efectivos sancionados, quienes marcharon el lunes pidiendo se revea la medida, siguió su curso y, según trascendió de voceros de la fuerza, en una reunión del día lunes en la escuela de oficiales, el ministro y el jefe de la Policía, supuestamente, indicaron que “no darán marcha atrás con la disposición adoptada en contra de los 19 efectivos”, dejando entrever que la sanción fue más “para la popular” que por proteger la imagen de la institución.

No habría estado tomando mate

Hasta ayer, lo que se conocía de la fotografía que se viralizó era que Ortega estaba en el patio de la comisaría, tomando mate en bombilla junto a otros colegas. Sin embargo, el acta de procedimiento realizada por la guardia de la dependencia y que fue incorporada por el tribunal disciplinario que debe investigar ahora a los 19 policías da cuenta de otra versión que, en principio, tendría al menos a seis testigos ajenos a la institución policial.

Se trata de los cuatro gendarmes y los dos testigos civiles que llegaron a la comisaría y vieron a Ortega en el fondo. De acuerdo con la información a la que tuvo acceso este diario, dicha acta relata que, por disposición de la fiscalía de Andalgalá, a cargo de quien está la investigación y el detenido, el sargento de la Policía no se encontraba en el calabozo, sino en el patio, con sus manos cubiertas con bolsas para preservar las mismas y poder el personal de Gendarmería llevar adelante la pericia que antiguamente se conocía como guante de parafina.

Si bien, Ortega habría sido visto por sus colegas con el arma en su mano, tras el estampido de los disparos contra las víctimas, la pericia debía materializarse. Así también, se desprende de dicha acta que cuando el policía estuvo en el patio, habrían estado presentes los fiscales subrogantes controlando la pericia ordenada. De ser así, en principio, los policías hoy sancionados no habrían incurrido en una falta grave, al tiempo que la presencia del detenido fuera del calabozo era meramente el cumplimiento de una orden judicial.