Los líderes del G7 reafirmaron este sábado su apoyo a Ucrania ante la invasión rusa y llamaron a un mayor desacople económico con China en la declaración firmada en la cumbre en Hiroshima, de la cual participó el presidente ucraniano, Volodomir Zelenski, y que generó repudios en Moscú y Beijing.
Los mandatarios de Estados Unidos, Canadá, Japón, Francia, Reino Unido, Alemania e Italia, las siete economías con mayor industrialización y que apoyan financiera y militarmente a Kiev, ratificaron que ese respaldo será "durante el tiempo que sea necesario frente a la guerra ilegal".
En ese marco, Zelenski mantuvo reuniones con el primer ministro británico Rishi Sunak, con la jefa del Gobierno italiano, Giorgia Meloni, con el presidente francés, Emmanuel Macron, y con el canciller alemán, Olaf Scholz. También dialogó con el primer ministro indio Narendra Modi, en el primer cara a cara entre estos líderes desde el inicio de la guerra.
A pesar de manifestar su preocupación por el conflicto, India mantuvo su neutralidad y profundizó sus relaciones con Moscú, al que le sigue comprando material militar y grandes cantidades de crudo, pese a las sanciones internacionales. Tras reunirse con Zelenski, Modi aseguró que su país hará "todo lo posible" para resolver el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Peace Formula. We attract as many countries and leaders as possible for the sake of Ukraine. Defense. Long-term support programs for Ukraine. Finance and economy. First day in Hiroshima ahead of the #G7 is very powerful. The second day will be even more powerful. pic.twitter.com/67paT2NDOp
— (@ZelenskyyUa) May 20, 2023
"Nos acercamos a tantos países y líderes como sea posible por el bien de Ucrania. Defensa. Programas de apoyo a largo plazo para Ucrania. Finanzas y economía. El primer día en Hiroshima por delante del #G7 es muy potente. El segundo día será aún más poderoso", escribió el mandatario ucraniano al final de la jornada, junto a un video compartido en su cuenta de Twitter.
En su declaración, el G7 también instó a China a "presionar a Rusia para que cese su agresión" y "retire inmediatamente, totalmente y sin condiciones sus tropas". "No pretendemos perjudicar a China ni frustrar su progreso y desarrollo económico", indicaron, pero añadieron que "reconocemos que la resiliencia económica requiere la reducción de riesgos y la diversificación. Tomaremos medidas para invertir en nuestra propia vitalidad económica. Reduciremos la excesiva dependencia de nuestra cadena de suministro crítica".
Al mismo tiempo, reafirmaron su "oposición" a cualquier "militarización" china en la región Asia-Pacífico, asegurando que no existe "fundamento jurídico" para las "reivindicaciones marítimas expansivas" de China. "Estamos dispuestos a construir relaciones constructivas y estables con China", sostuvieron.
Sin embargo, Beijing repudió la declaración del G7 al indicar que "este grupo dice avanzar hacia un mundo más estable, pacífico y próspero, pero lo que en realidad está haciendo es obstaculizar la paz internacional, dañar la estabilidad regional y suprimir el desarrollo de otros países".
La declaración de Hiroshima trató también temas como la no proliferación nuclear, la regulación de la inteligencia artificial, la seguridad alimentaria, la energía y el cambio climático, entre otros temas.
El único representante de la región invitado a Hiroshima es el presidente de Brasil, Lula da Silva, que durante la jornada se reunió con Macron, Scholz y con la titular del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva. Lula aprovechó el encuentro para asegurar que la deuda externa con las condiciones impuestas por el FMI "destroza" a la Argentina, e intercedió a favor del gobierno de Alberto Fernández ante Georgieva.