Estados Unidos anunció hoy una nueva entrega de armas y municiones a Ucrania, esta vez por 2.500 millones de dólares, mientras ese país se prepara para una nueva etapa de la guerra contra Rusia.

El paquete no contempla los tanques solicitados por Kiev, pero incluye 59 vehículos de combate de infantería Bradley, gran cantidad de blindados para transporte de personal, sistemas de defensa aérea Avenger y municiones grandes y pequeñas, informó el Pentágono en un comunicado.

"Los 59 IFV Bradley incluidos en este paquete, junto con los 50 Bradley comprometidos previamente el 6 de enero, y los 90 APC Stryker proporcionarán a Ucrania dos brigadas de capacidad blindada", declaró la cartera de Defensa, según la agencia AFP.

Los 50 Bradley iniciales se incluyeron en un paquete de más de 3.000 millones de dólares anunciado la semana pasada.

Con este último envío, el total de la ayuda militar estadounidense a Ucrania desde el inicio de la invasión rusa, en febrero de 2022, asciende a más de 26.700 millones de dólares.

La asistencia, es claro, va mucho más allá de la entrega de armamento militar.

De hecho, se supo hoy que el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), William Burns, se reunió con el presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, dentro de un viaje secreto del funcionario a Kiev para tratar el devenir de la guerra.

Burns habría viajado a la capital ucraniana a finales de la semana pasada para informar a Zelenski sobre los planes militares de Rusia en las próximas semanas y meses, según publicó el diario The Washington Post, citado por la agencia Europa Press.

"El director Burns viajó a Kiev, donde se reunió con sus homólogos de los servicios de Inteligencia ucranianos, así como con el presidente Zelenski, y reforzó nuestro continuo apoyo a Ucrania en su defensa contra la agresión rusa", admitió un vocero de Washington.

El jefe de la CIA puso la atención en la urgencia del momento en el campo de batalla y advirtió que en algún momento la ayuda será más difícil de conseguir.

El equipo de Zelenski, en tanto, habría salido de la reunión con la impresión de que el apoyo de la administración Joe Biden "sigue siendo fuerte", porque, además, los últimos fondos aprobados por el Congreso estadounidense podrían durar hasta el verano.

Kiev viene expresando su preocupación por la duración del apoyo de los aliados, sobre todo de Estados Unidos, casi once meses después de que empezase la invasión.

Justamente hoy Ucrania reclamó más armas para resistir a la invasión y urgió a sus aliados a "dejar de temblar" ante el presidente ruso, Vladimir Putin, un día antes de una reunión clave de la OTAN sobre la ayuda a Kiev.

Los ministros de Defensa y de Exteriores de Ucrania, Oleksii Reznikov y Dmytro Kuleba, instaron a "reforzar de forma considerable" las entregas de armas, incluyendo tanques Leopard, de fabricación alemana, con el argumento de que Rusia tiene una ventaja cuantitativa en términos de tropas, armas y equipamiento.