Hace unos días atrás, el Gobierno presentó el nuevo esquema de tarifas de luz, gas y agua. Este sistema prevé una quita total de subsidios para los niveles de mayores ingresos y una gradual para aquellos considerados “medios”. En este contexto, una de las mayores inquietudes con miras a futuro recae sobre el impacto que tendrá esta nueva organización sobre el nivel de precios.
El nuevo esquema de tarifas prevé un reordenamiento en la administración de subsidios estatales a partir de los distintos niveles de ingreso y también proyecta variaciones a partir del consumo y la zona geográfica.
Los usuarios con altos ingresos dejarán de tener subsidios, con aumentos que se aplicarán en tres etapas, hasta completar la tarifa plena para principios de 2023. La reducción arrancará en septiembre, con la quita del 20% del subsidio desde ese mes y luego habrá otras dos quitas (noviembre y enero) hasta llegar a que el cliente pague la tarifa plena.
Tarifas: cuál será el impacto en la inflación
Para los especialistas, la aplicación de este nuevo esquema tendrá un efecto directo y otro indirecto. María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, explicó a modo de ejemplo, que el impacto sobre los costos de los comercios se puede trasladar luego a precios.
Según la consultora, el impacto inflacionario del aumento de tarifas en el IPC es 4,3% hasta marzo, pero la cifra es una foto: “El costo de los servicios seguirá creciendo por tipo de cambio e inflación. ¿Las tarifas subirán más aún? Además, hay que sumar el impacto directo por quita de subsidios a comercios”, expresaron.
“Tenemos estimado que el impacto directo en las tarifas de 0,8 puntos en septiembre; 1,75 puntos en noviembre y 1,4 puntos en enero”, dijo la especialista. “La dinámica inflacionaria es muy elevada. Es un factor más que suma. En agosto, sumado al aumento de combustibles nos da 6,5% el índice de inflación. Es poco significativo en medio de una inflación que ya apunta al 90% a fin de año y esto lo eleva”, reflexionó.
Por su parte, en la consultora Equilibra estimaron que el impacto inflacionario directo del incremento de las boletas de electricidad y gas alcanzaría 1,6 puntos distribuidos en septiembre, noviembre y enero, pero esta cifra no incluye el impacto indirecto de la suba de los costos en comercios.
“El impacto directo de todo el proceso de segmentación de tarifas sobre la inflación será de casi 2 puntos adicionales sobre la inflación general, de los cuales un punto porcentual se sumaría a la inflación de 2022 y el resto a la del primer trimestre de 2023″, indicaron.
En tanto, en Eco Go indicaron que el impacto directo de la suba de tarifas rondaría entre el 2,3% y 1,7% en la inflación de los hogares. “Con una inflación que supera el 100% en el margen, el impacto es muy bajo”, expresaron. Y cerraron: “El impacto final dependerá de la composición del consumo según los tres niveles de tarifas. Los meses más complicados van a ser septiembre, noviembre y enero próximo”.
